sábado, 30 de julio de 2016


                               Aguas minero medicinales de San Pedro                
                                                             
                                                       Una purga bendita



Aproveché este fin de semana para junto a mi Michichay y su divertida familia, encabezada por la siempre alegre matriarca Melina viajar hacia san Pedro donde según me refiere  la jovial Melina existen unas excelentes aguas medicinales, apretados en nuestra recia Toyota fuimos 7 personas y sin prisa recorrimos los 120 km de una sinuosa carretera que atraviesa emblemáticos e  históricos  pueblos como: Oropesa, Andahuaylillas, Tinta, Raqchi (templo de Wiracocha) etc. En poco más de una hora y a unos 30 km antes de Sicuani tomamos el desvió a la izquierda para entrar a un simpático pueblo llamado San Pedro de Kachi donde a unos 200 metros de una bien cuidada plaza de armas están las aguas minero medicinales de Marcani, sin duda uno de los lugares más singulares de Cusco y lamentablemente poco conocidos.
Su bucólica plaza tiene el típico trazo colonial donde destacan réplicas del templo de Raqchi y esculturas de danzantes y músicos, una estrecha carretera nos conduce a las aguas medicinales, al entrar caminamos flanqueados por entusiastas vendedoras de caldos, panes, tazas, vasos y bidones plásticos,  la entrada cuesta 5 soles adulto y 2 soles niños, ya con nuestros tikets ingresamos al lugar donde decenas de visitantes disfrutaban de nadar en una piscina de aguas turbias y otros recogían con vasos o lo que sea los chorros de una especie de fuente desde donde brotan 7 chorritos de una agua muy particular.
“Desde épocas de los incas la gente venía acá a purgarse” me cuenta con elocuencia la matriarca y me lleva hasta la fuente invitándome a tomar una jarra de aquella agua, luego de ver a Melina tomar con devoción grandes sorbos de aquella agua, me animo a probar y siento que es como tomar salmuera! El sabor denota una clara composición de minerales, cuando levanto la mirada veo que está escrita en una pared el análisis químico de las aguas compuesta por: sodio, magnesio, calcio, potasio, flúor etc. Lo más resaltante es saber la dureza de esta agua que alcanza el 2240 mg/L y una alcalinidad de 260 mg/L y una acidez de 25 % lo cual le dan un sabor que invita al vómito y según me recalca Melina hay que tomar unos 5 litros por lo menos para que haga efecto!
Luego de haber tomado unos 20 vasitos descartables de plástico y pasada casi una hora, empiezo a sentir que mi abdomen empieza a hincharse efecto que advierto en muchas personas que siguen tomando jarras llenas de esta agua y no se separan de la fuente desde donde brota esta singular agua, un radiante sol nos cobija y muchos optan por nadar en la piscina dándole al ambiente una atmosfera de balneario termal, el ambiente se llena cada vez más al llegar el medio día y es entonces cuando los baños empiezan a tener más tráfico. Los purgados que de pronto conversan animadamente o caminan sin prisa por los jardines corren hacia los baños, causando la gracia de todos y es que así funcionan estas aguas, admito que mi organismo no fue la excepción y con solo pagar un sol uno puede entrar a los servicios higiénicos las veces que desee siendo nuestra contraseña el sello que nos colocan los controladores en el brazo.
Al salir ya más ligeros se siente un comprensible y desmesurado apetito, por suerte afuera hay una oferta generosa de caldos y panes calientes de un sabor inigualable,  pedimos luego sendos caldos de cordero que calmaron y aliviaron nuestros desgastados y renovados cuerpos gracias a la purga.

Armando Alvarez Angulo


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